GEMIDOS
Universo sombrío que me estremeces,
que devastas con relámpagos y cercenas
a los habitantes que aún te poseen.
Sólo de lluvia no empapas sus rostros,
ni de aire avientas sus gemidos,
como un ciclón arrojas piedra y lodo
sobre sus tejas que solo cobijan miedo.
Por ti blasfeman los tullidos,
por tu vientre que alumbra sin descanso,
por los oscuros de ojos que gritan limosna
por ellos te acusan miles de labios.
Me gustaría rajarte, cambiar tu eje,
que girases a otros espacios más extensos,
para que pudieran soñar sin fatiga los hombres
que acechan agazapados tu descanso.
Silencia mi cuerpo en tus entrañas,
acalla mi voz de tañido enfermo,
que a pesar de aplacar todas mis voces,
otras nuevas gemirán el desencanto.