Photo Credit: Joaquin Pintanel
ESTOY REPLETO
Tengo el interior repleto de gente,
personas que ríen, viven, sueñan
y no logro alcanzar a saludarlas,
a mirarles unos instantes a los ojos,
a reconocerles en esos momentos fugaces
en los que mi corazón no piensa en si mismo
y escucha la imperceptible sístole de ellos.
Cuando miro en esos momentos sus retinas
me siento cien años más viejo que hace cien años
y me he perdido las señales
que jalonan esta larga carretera,
me he perdido esas risas que ya no serán las mismas
porque sonaron hace mucho tiempo,
demasiado para rescatarlas de las fotografías.
La noche sigue amenazándome con esa lluvia
que empapa los recuerdos más lejanos,
con esa angustia que a gruesas gotas
me desnuda toda la miseria del cuerpo.
Apenas me quedan unos días verdes
para poder saludar a la luna,
apenas me quedan esos recuerdos lejanos
con los que vestirme todas las mañanas,
apenas me queda voz,
por eso no grito para conservarlos.
En mi frente danzan como arañazos invisibles los vuelos circulares de una paloma, mis ojos la despluman buscando ese interior blando y sonrosado, mis dientes la muerden una y otra vez cerciorándose de su inofensividad, percatándose de su amor.....
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